Sentencia de Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal nº de 27 de Noviembre de 2013 - Jurisprudencia - VLEX 480375234

Sentencia de Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal nº de 27 de Noviembre de 2013

Fecha27 Noviembre 2013
Número de expediente39409
EmisorSala de Casación Penal
MateriaDerecho Penal

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN PENAL

MAGISTRADO PONENTE

E.P.C.

APROBADO ACTA No. 393-

Bogotá. D.C., veintisiete (27) de noviembre de dos mil trece (2013)

MOTIVO DE LA DECISIÓN

Decide la Sala si es procedente admitir la demanda de casación presentada por el defensor de J.S.C.L., M.C.C.L., J.H.L., J.L.B. y A.D.V.P. contra la sentencia dictada el 18 de enero del año en curso por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, que revocó la absolutoria emitida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Descongestión de la misma ciudad y, en su lugar, condenó a los tres primeros, como coautores del delito de estafa agravada, y a los demás en calidad de cómplices de esa misma conducta punible.

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL

  1. El Tribunal acogió el siguiente resumen que de la cuestión fáctica se hizo en la pieza acusatoria:

    En este proceso se investigan bajo una misma cuerda dos hechos diferentes por estar unidos por la homogeneidad en el modo de actuar de los autores y partícipes, existiendo una relación razonable de lugar y tiempo y sin lugar a dudas porque las pruebas aportadas a una de las investigaciones influía en la otra. El primero de ellos es relatado por el señor J.V.G., quien dice haber encontrado en el diario El Tiempo un aviso clasificado “Arreglo su suerte” y teniendo en cuenta su grave situación económica acudió al lugar indicado, carrera 121 No 24 – 06 de la ciudad, siendo atendido por una mujer de nombre M., quien le manifestó era víctima de un maleficio. Luego convocó a otro “maestro” para ayudarlo a superar la situación porque era muy grave y conoció entonces a quien se identificó como el maestro “D.” respondiendo al nombre de M.A.L.R..

    Dicho sujeto lo convenció de la necesidad de cambiar sus bienes y así dispuso la permuta de su finca ubicada en el Municipio de A. por una vivienda ubicada (sic) Calle 32 No 114 A- 46; gestión en la que intervinieron C.A.P. y J.S.R.A..

    Realizado el negocio le solicitó el “maestro” dejar los papeles a nombre de la Sociedad Cortés Vega e Hijos, Sociedad en Comandita, representada por la señora Á.D.V.P., además de pedirle el vehículo marca NISSAN PATROL de placas EWI 566 con el cual deberían adelantar las diligencias el cual posteriormente le sería devuelto. Por último le dijeron que debía disponer la entrega de la casa permutada para realizar una nueva negociación por un predio rural en el Municipio de Sasaima donde hallaría una “guaca” cuyo valor era de varios millones de pesos, lo llevaron hasta el lugar e hicieron excavaciones encontrando varias ollas de barro al parecer con contenido de lingotes de oro y monedas del mismo material, pero cuando se disponían a llevárselo unos sujetos aparecieron disparando y con la excusa de la seguridad lo llevaron a la camioneta y luego a Bogotá.

    Ya en los días posteriores y con diversas justificaciones encaminadas a la obtención de los beneficios de la guaca que ya había visto, lograron de él la entrega de dinero por un monto superior a los catorce millones de pesos. Sin embargo, al verificar los documentos de la casa obtenida de esa extraña forma, constató que la misma ya había sido vendida a un tercero pero aún seguían en ella el profesor D. y M. atendiendo incautos, tomó conciencia de que había sido estafado.

    La segunda denuncia fue formulada por el señor J.P.C.M., quien asegura que por intermedio de una amiga obtuvo el teléfono de un espiritista a quien recurrió para mejorar su suerte, comunicándose con quien se identificó como el profesor WILLIAM, ubicado en el sector de Villas de Granada de esta ciudad.

    Posteriormente asistió a sesiones de espiritismo y finalmente, luego de desenterrar un tubo que contenía fotografías suyas de vieja data, empezó a solicitarle dinero para sacar una guaca, razón por la cual con familiares y amigos consiguió un dinero, entregándole a W. un millón seiscientos cincuenta mil pesos. Luego aparecen en escena dos personas que lo esperan para trasladarlo al lugar designado por el “espíritu” invocado, siendo ellas el profesor R. y M.Á. – hoy se sabe que en realidad era S.C. – quien maneja una camioneta de color rojo en la que lo trasladan a un lugar distante de la ciudad unas dos horas.

    Allí asistido por el “espíritu de T.” le indicaron el lugar donde debía excavar y así lo hizo con ayuda de un campesino lugareño, encontrando una olla de barro con monedas de oro y después otra con varias piezas que le decían era de ese metal. Cuando se iban a llevar lo encontrado apareció el “espíritu B.” impidiendo el traslado y por eso resolvieron regresar a la ciudad...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR