Auto de Corte Suprema de Justicia - SALA DE CASACIÓN CIVIL nº 11001-02-03-000-2014-02097-00 de 3 de Octubre de 2014
Sentido del fallo | RECHAZA EXEQUATUR |
Fecha | 03 Octubre 2014 |
Número de sentencia | AC6007-2014 |
Emisor | SALA DE CASACIÓN CIVIL |
Número de expediente | 11001-02-03-000-2014-02097-00 |
Tipo de proceso | EXEQUATUR |
Tribunal de Origen | España |
Materia | Derecho Civil |
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN CIVIL
A.S.R.
Magistrado ponente
AC6007-2014
Radicación n.°11001-02-03-000-2014-02097-00
Bogotá, D.C., tres (3) de octubre de dos mil catorce (2014).
Se decide sobre la admisibilidad de la demanda de exequátur promovida J.M.C.M..
I. ANTECEDENTES
1. Se formuló petición de exequátur a través de la cual se pretende el reconocimiento de efectos en la República de Colombia, para el fallo proferido el 23 de junio de 2008, por el Juzgado de Primera Instancia, Exclusivo de Violencia Sobre la Mujer No. 4 de Igualada, Barcelona, España. [Folio 19]
2. En la referida decisión, se decretó el divorcio del matrimonio que contrajo la accionante el 22 de septiembre de 2005, con el señor C.E.C.V.. [Folios 5]
II. CONSIDERACIONES
1. Para que una sentencia judicial extranjera surta efectos vinculantes en el territorio nacional se requiere el cumplimiento de los presupuestos exigidos en el orden legal interno, específicamente los contenidos en el Capítulo I, Título XXXVI, Libro V, del Código de Procedimiento Civil.
El trámite del exequátur deberá ceñirse, por tanto, a la forma y términos establecidos en el artículo 695 ejusdem, cuyo numeral 2 prescribe que la demanda deberá rechazarse si faltare alguna de las exigencias previstas en los numerales 1 a 4 del artículo 694 ibídem.
Y en el 3 del referido precepto último citado, se consagra como requisito que la sentencia extranjera «se encuentre ejecutoriada de conformidad con la ley del país de origen, y se presente en copia debidamente autenticada y legalizada». Por consiguiente, la falta de tal formalidad, determina el necesario rechazo in límine de la demanda.
2. El numeral 1° del artículo 2º de la Ley 6ª de 13 de agosto de 1908, que ratificó el Convenio 108 de 30 de mayo del mismo año, suscrito entre Colombia y España «para el cumplimiento de las sentencias civiles dictadas por los Tribunales de ambos países», establece que las pronunciadas por los Tribunales Comunes de una de las Altas Partes Contratantes, serán ejecutadas en la otra, siempre que «sean definitivas y que estén ejecutoriadas como en derecho se necesitaría para ejecutarlas en el País en que se hayan dictado».
A su turno, el artículo 2º del precitado instrumento de derecho internacional estatuye la forma como ha de comprobarse el anterior requisito, a saber: «por un certificado expedido por el Ministro de Gobierno o de Gracia y Justicia,...
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